Claves del Brexit: Las 7 opciones que se votan hoy en el Parlamento británico
Una salida blanda de la UE es la opción favorita, según los analistas. Las votaciones no son vinculantes, y la primera ministra Theresa May ha advertido que no se compromete a acatar la solución preferida por la Cámara.
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Londres se prepara para iniciar una nueva fase del Brexit, con el Parlamento británico dispuesto a ejercer un mayor control sobre la salida de la Unión Europea (UE). Hoy, la Cámara de los Comunes votará entre las distintas alternativas en este proceso, con los diputados pudiendo elegir entre una amplia lista de opciones, que van desde dar marcha atrás al divorcio hasta acelerar hacia una ruptura sin acuerdo con Bruselas el próximo 12 de abril.
Las votaciones no son vinculantes, y la primera ministra Theresa May ha advertido que no se compromete a acatar la solución preferida por la Cámara. May, impertérrita, sigue buscando apoyos entre los euroescépticos y los unionistas irlandeses a su pacto con Bruselas para implementar el Brexit, con vistas a que pueda ser votado en las próximas semanas salga lo que salga del ejercicio previsto para mañana en Westminster. Esto puede dar lugar a un choque de trenes entre el poder legislativo y ejecutivo, con muchos analistas hablando ya de la necesidad de unas elecciones anticipadas en este escenario.
John Bercow, presidente de los Comunes, elegirá las alternativas sobre las que pueden votar los diputados. El resultado se podría conocer a última hora de la tarde, y las opciones más populares pasarán a una "final" prevista para el 1 de abril. Aunque todavía no se conocen las propuestas concretas, los analistas esperan siete opciones diferentes.
1. La primera sería el acuerdo de May, que ha sido derrotado en dos ocasiones en el Parlamento. Contempla un periodo transitorio hasta 2021 y la permanencia temporal del Reino Unido en la unión aduanera, mientras no se firme un acuerdo comercial que evite la instauración de controles en la frontera de Irlanda. Unos 200 diputados (sobre un total de 650) parecen defender este modelo.
2. La segunda sería un Brexit no pactado, por el que el Reino Unido pasaría a tener una relación con la UE basada en las normas de la Organización del Mundial del Comercio. Es la opción preferida por los euroescépticos más radicales del Partido Conservador, pero es cuestionada por la mayoría del Parlamento y por casi todas las empresas del país.
3. La tercera fórmula es la búsqueda de un tratado de libre comercio al estilo del que tiene Canadá con la UE. Gusta a los euroescépticos más moderados, ya que permitiría un flujo libre de productos de varios sectores y dejaría libertad al Reino Unido para sellar acuerdos comerciales con otros países. Los críticos recuerdan que este modelo dejaría fuera muchos sectores del área de servicios, muy importantes para la economía británica.
4. La cuarta posibilidad es imitar el modelo de Noruega, lo que supondría la incorporación del Reino Unido al espacio económico europeo, con acceso al mercado común. Los pro-europeos del Partido Conservador apoyan esta opción, que May rechaza porque implicaría mantener la libertad de acceso al país de los trabajadores europeos.
5. La quinta opción es la permanencia de Reino Unido dentro de la unión aduanera, algo que viene defendiendo el líder laborista Jeremy Corbyn. Nuevamente, la primera ministra se opone a ello, porque impediría a Londres firmar sus propios tratados comerciales con países terceros (debería seguir la política aduanera del conjunto de la UE). Esta fórmula podría ir acompañada de la presencia en el mercado común.
6. La sexta es ir a un segundo referéndum, en el que los británicos podrían decidir entre seguir con el Brexit o frenar el proceso y seguir en la UE. Entre sus más ardientes partidarios están los diez diputados tránsfugas conservadores y laboristas que han formado el grupo independiente en los Comunes, junto a liberal-demócratasd y nacionalistas escoceses.
7. La última opción es revocar la notificación del artículo 50 del Tratado Europeo, que es la cláusula que activó la salida británica de la UE. No se espera que cuente con muchos apoyos ya que iría en contra del resultado del referéndum de 2016, aunque sería lo más efectivo si el Reino Unido se ve al borde del precipicio de una salida caótica el 12 de abril.
Queda por ver el sistema de votación. Parece que los parlamentarios podrán elegir varias opciones a la vez (unión aduanera y posterior referéndum por ejemplo). Las ideas con menos apoyos irán quedando fuera y los votos se irán concentrando en las más populares. Parece que las dos alternativas con más respaldo serán sometidas a una votación final el próximo lunes, 1 de abril.
Los analistas creen que la victoria será para un Brexit más blando que el planteado por May. "Según la trayectoria de votaciones hasta el momento, la opción con más probabilidades de ganar es la de una unión aduanera permanente con la UE", señala Christopher Granville, de TS Lombard.
Muchas de las alternativas podrían exigir para su cumplimiento otro retraso de la fecha del Brexit, aunque Oliver Harvey, de Deutsche Bank, señala que si el Parlamento opta por seguir en la unión aduanera y/o el mercado común, sería posible introducir en pocas semanas cambios al tratado de salida, dejando el grueso de la renegociación para el periodo transitorio. Pero Harvey cree que May no querrá seguir la votación indicativa, "lo que llevará al Reino Unido a una crisis constitucional sin precedentes", con unas elecciones anticipadas como la manera de resolverla.
Según James Smith, de ING, "si el gobierno no acata las instrucciones del Parlamento, es posible que los legisladores intenten aprobar nuevas leyes para forzar que la primera ministra vuelva a Bruselas y cambie su curso".
Pero entre medio de este proceso, May podría intentar de nuevo llevar al Parlamento el tratado de salida, en este caso en una votación vinculante. Pese a que este acuerdo fue rechazado en enero y al principio de marzo, ahora podría contar con el apoyo de los euroescépticos que ven con miedo un largo retraso del Brexit o su cancelación. Jacob Rees-Mogg, uno de los líderes de esta facción de los conservadores, dijo que "la elección parece ser entre el acuerdo de May y un frenazo al Brexit".
Es decir, puede producirse una carrera paralela en el Parlamento entre el pacto de May y la opción preferida por la oposición. Si los euroescépticos van con la primera ministra, la clave pueden tenerla los pro-europeos del Partido Conservador, que tendrán que elegir entre su líder o un Brexit más blando (quizá con referéndum).